lunes, 28 de abril de 2008

Creo en Ariadna, Creo en el Laberinto y el hilo, Creo en el Minotauro

Importa poco ahora querido sueño si el sol decide vencer o la lluvia. No es como antes, que pedía en las noches que el color de la mañana me ayude un poco a levantarme; es que nosotros hijo, Dante, nos acostumbramos a los síntomas de la enfermedad. ¿y cómo no, si todo está enfermo?. La modernidad avasalló al hombre que siempre cede, y por eso decide enfrentar la realidad con enfermedad - sálvate de eso -; creer en el hombre es creer en el hombre capaz de vivir sano y tranquilo y la tranquilidad es el principal síntoma de la felicidad.

Querido hijo, mira, te escribo a vos, que sos un sueño, que sos la imagen confirmada de mi cambio. Te escribo con la certeza de tenerte cerca y de que ya habitas el alma y el espíritu, tú pequeño, a la espera maravillosa de la vida. Si bien vivir para mi es ya una sentencia clara de que vale la pena cada respiro, no te imaginas lo que significa tenerte en mí y mis costumbres y letras, tenerte a ti y a tu madre para habitar la nueva casa para el universo.

Tu madre y yo nos encontramos en julio del año 2007 y éramos indiferentes, pasábamos a nuestro lado sin mayores ataduras - este es otro prejuicio, ama las sogas que estas no solo sirven para el ahogo - pero los hilos, hijo, son imperecederos y están trazados y uno cae en ellos, como Teseo, todos los hombres somos Teseo y solo hay una Ariadna para cada uno de nosotros, solo una madeja; pero Teseo cruzó el laberinto de un monstruo llamado el Minotauro por que debía matarlo - aclaro que en el mito el Minotauro era malo pero yo no creo eso -. Ariadna era una mujer que amaba a Teseo y ella pensó que con una madeja de hilo podía guiar a Teseo a la salida una vez pueda matar al hombre toro; bueno, lo lograron.


Así mismo, querido hijo el espejo, el laberinto es la imagen más repetida de la vida, mirarse en el otro, sentirse perdido, atado, atacado, sin embargo Ariadna porta su madeja, el hilo se alarga y el corazón solo debe disponerse. Jazz y yo Fuimos amigos, enormes, maravillosos, y siguiendo al mito, nos atamos para siempre.

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